Uno de los riesgos en la cocina es el exceso de sal, que puede arruinarnos por completo una receta. Por eso siempre es bueno ir comprobando el punto en diferentes momentos de la preparación. Si, a pesar de eso, notas que el arroz te ha quedado demasiado salado, prueba a añadirle un poco de zumo de limón y remueve bien. La acidez del limón ayudará a disimular el sabor salado y, además, le dará un toque cítrico muy interesante.