¿Quieres un postre bueno, sano, delicioso y que te permita ir al servicio????
Pues eso, ideal para cenas: pelamos una naranja mediana y madurita; la cortamos a trocitos (un gajo en dos), las ponemos en un plato y la rociamos con aceite de oliva virgen extra. Aparte de buenísima (sorprende el sabor... que me lo pregunten a mí!!!), muy, muy digestiva.