Punto de nieve perfecto
Cuando montamos las claras de huevo a punto de nieve, que queden perfectas no siempre es tarea fácil. Para conseguirlo, existe un truco bien sencillo. Asegúrate que el plato esté bien seco cuando pongas los huevos y mientras los bates añade una pizca de sal. De esta manera, conseguirás la densidad adecuada.