¿Te gustaría decorar la pasta? Estira una lámina de pasta sobre la superficie de trabajo. Colócale encima hojas de alguna fina hierba (perejil, estragón, perifollo, cebollino...). Tapa la pasta con otra lámina ya estirada y estírala de nuevo con el rodillo o con la máquina. Las dos láminas de pasta se pegarán entre sí y quedarán «tatuadas» con las hierbas.