Las hierbas, siempre frescas
Para conservar todas tus hierbas frescas durante más tiempo, lo mejor es que las pongas en la nevera dentro de un recipiente con agua, como si fuera un ramo de flores. Otra opción es taparlas completamente con un papel de cocina y guardarlas, también, en el frigorífico. De esta forma, aprovecharás su aroma completamente y tus platos quedarán deliciosos.