Puedes convertir fácilmente tus lenguas de gato en un aperitivo salado agregándoles, junto con la harina, algún elemento seco que las aromatice. Por ejemplo, ponles 40 gramos de parmesano en polvo, o bien dos cucharadas de alguna hortaliza liofilizada condimentada con una pizca de sal.
También puedes convertirlas en un elegante petit fous bañándolas con cobertura de chocolate fundido y dejando que tome cuerpo antes de servirlas.