Conservar salsa de tomate
Cuando hacemos salsa de tomate casera, solemos preparar bastante. Como no siempre la utilizamos de una vez, lo ideal es conservarla para futuros guisos. La mejor manera es guardarla en frascos de cristal (los venden en las tiendas de "Todo a un euro" por 75 céntimos). El truco para que no pierda el color ni la textura es echar por encima un buen chorro de aceite de oliva virgen. La capa que forma hace que la salsa esté perfecta para utilizarla días después.