CIGALAS, ¡NO LAS CONGELES!
Si quieres que las cigalas formen parte del menú que tenías en mente para ese día tan especial, ten una cosa presente: que nunca se deben congelar. ¿Por qué? Pues porque pierden su característico aroma, absorben olores, y su carne, que es muy frágil, se vuelve algodonosa. Así que ya sabes, es un producto para comprar y cocinar en poco tiempo.