Los consomés y sopas son los entrantes por excelencia. Un plato ligero, pero sabroso, para ir abriendo boca, y nada mejor que hacerlo con esta sopa de pescado de roca. Aprende cómo hacerla con esta receta.
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Para este delicioso caldo de pescado de roca comienza con el pan. Lo mejor, es que sea un pan, pan de panadería de barrio y hogaza. Con esto, tendremos asegurado una buena calidad en este ingrediente. Corta ocho rebanadas y tuéstalas. Una vez estén doraditos, úntalas con ajo. Este truquito de tener tostadas de pan como acompañamiento va genial con otras sopas de este estilo, como por ejemplo con esta deliciosa sopa de pescado con verduras.
Hecho esto, calienta a fuego lento una olla con aceite de oliva virgen extra y tuesta el azafrán muy poco a poco. Añade el pescado de roca y tras cinco minutos, añade el jerez hasta que se evapore. El pescado de roca vive en las zonas rocosas del litoral, tanto cercanos a la superficie como más hundidos en el mar. Su sabor es potente y su carne, firme. Su sabor es gracias a su dieta a base de mariscos como gambas, pequeños cangrejos, camarones y hasta gambas. Son muy sabrosos a la plancha, también en guisos y por supuesto en recetas como esta. Puedes incorporarlos también en sopas de pescado y mejillones.
Cuando se haya evaporado el jerez, incorpora el caldo hasta cubrir y deja que hierva durante, al menos, 10 minutos. Tampoco los dejes mucho rato porque puede llegar a secarse nuestro ingrediente principal. Así que, pasados los 10 minutos, retira todos los pescaditos y ponte a trocearlos. Desespinalos y quédate con la carne. Reserva para otros pasos. Este paso es necesario si hacemos sopas con algo más que las espinas, como puede ser esta receta de sopa de rape.
Deja el caldo en la cazuela y, cuando vuelva a hervir, añade el pan rallado junto a las almendras picadas y añade el perejil y remueve bien para que todos los ingredientes se mezclen bien. Una vez hayan pasado un par de minutos, añade de nuevo el pescado. Cinco minutillos más, y sirve la sopa. Acompaña esta sopa de pescado de roca con las tostadas untadas en ajo que teníamos lista y deja que su sabor haga el resto, ¡porque seguro que no deja indiferente a nadie!
Recetas de Otoño Saludables
El otoño ya está aquí y nos deja aromas profundos y platos llenos de calor. ¿Quieres ideas para cocinar en esta estación? Te proponemos una buena lista de recetas para cocinar en otoño, con castañas, setas, caza, pescados, carnes, verduras y frutas de temporada.
Una de las formas más fáciles de aprovechar verduras que tienes en el frigorífico es con una crema o puré. ¡En este caso hacemos una riquísima crema de setas casera supersencilla con la que no se te eche a perder ni un champiñón!
Para empezar a hacer una riquísima receta de crema de setas casera comenzamos dejando listas las verduras y nuestros hongos. Comenzamos cortando la cebolla en trozos y el puerro a rodajas. No es necesario cortarlo finamente, ya que todo esto luego lo trituraremos. Calienta el aceite y, cuando esté ligeramente caliente, añade la cebolla y el puerro troceados en la olla. Sofríe bien las verduras hasta que tengan un ligero color dorado.
A los 10 minutitos, cuando todas las verduras estén bien pochadas, añade las setas cortadas a cuartos. Pero, como con las demás verduras, vas a tener que tener muy en cuenta el orden y tiempo de cocción de las setas. Empezaremos por los champiñones tipo París, que son los clásicos champiñones de color blanco. Cocínalos un par de minutos e incluye los portobellos, los champiñones más grandes y de color más oscuro, rehógalos un par de minutos más y añade, para acabar, los rebozuelos. Te recomendamos que guardes uno de los rebozuelos para luego poder decorar la crema al final. ¡Te quedará superbonita!
Cuando tengas todas las setas en la olla, cocínalas por diez minutitos y vierte un poco de vino blanco y deja que el alcohol reduzca para que así el sabor de tu crema sea más agradable. Para saber si el alcohol ha reducido correctamente, presta atención a los líquidos, tiene que haber solo un líquido y no dos, ya que la grasa y el alcohol no se van a mezclar. En el momento en que veas que solo hay un líquido, podremos decir que ha reducido.
Una vez hayas hecho que todo reduzca, cubre todos los ingredientes con caldo y llévalo a ebullición. Deja que todo se cueza durante unos quince minutillos y pasado este cuarto de hora podrás triturar las setas hervidas. Esperemos que te haya gustado está saludable recta.
Recetas de Verduras de Otoño
Cuando pensamos en un potaje de garbanzos, muchas veces pensamos en que va a ir acompañado de costillas, morcilla, chorizo y otras partes del cerdo. Vamos, que nos imaginamos que no va a ser, lo que se dice, ligero.
Para hacer una riquísima receta de potaje de garbanzos con acelgas, sano, completo y supernutritivo, comienza con un sofrito de cebolleta y ajo. Corta en juliana la cebolleta y añádela a una cazuela con un buen chorrito de aceite de oliva virgen extra, y sofríe la cebolleta hasta que comience a perder turgencia. Una vez la cebolla haya perdido color y esté más blandita, añade el ajo laminado y dóralo. Para evitar que se queme, remueve el ajo y la cebolleta en la sartén. Cuando el ajo haya tomado un color tostado, agrega el puerro y sigue cocinando todas las verduras.
Una vez tengas el sofrito de verduras, que será la base para tu potaje de garbanzos con acelgas, agrega a este refrito un poco de Tomate Frito Gallina Blanca y deja que el chup, chup del tomate aporte color y sabor a todas las verduras durante unos cinco minutos, más o menos. Una vez hayan pasado estos minutos, incorpora los garbanzos al sofrito y moja con agua hasta cubrirlos. Te recomendamos que el agua esté o bien tibia o caliente, ya que si no bajará la temperatura del sofrito y podría provocar un aumento del tiempo de cocción.
Cuando el agua rompa a hervir, deja que durante diez minutos los garbanzos se cocinen, tiempo en el que tendrás que desmenuzar una pastilla de Avecrem Caldo de Pollo en la cazuela. Tras estos diez primeros minutos de cocción, incorpora las acelgas al potaje de garbanzos y deja que este se cocine por diez minutos más, ¡y listo! Si quieres ver más recetas mira estas recetas que llevan setas, cómo cocinar caracoles, platos con boniato y recetas con castañas.
Recetas para Otoño
Ricas y sencillísimas, estas croquetas de boletus son el aperitivo perfecto para una cena navideña o una reunión familiar. Para comenzar con ella, pica la cebolla en juliana, y sofríela, pero no en aceite, sino en la mantequilla. Para hacerlo, pon una gotita de aceite en una sartén y añade los 100 g de mantequilla, el aceite evitará que se queme y entonces quedará doradita y dará un toque cremoso a tus croquetas de boletus. Una vez la mantequilla comience a hacer burbujitas y esté caliente, incorpora los boletus y cocínalos. No los dejes más de cinco minutos, momento en el que tendrá que comenzar a hacer la masa de tus deliciosas croquetas de boletus.
Para continuar con tu receta de croquetas de boletus, agrega la harina. Para que la harina no quede cruda, tendrás que removerla por toda la sartén hasta que comience a dorarse y así poder continuar con el siguiente paso: agregar la leche.
Este paso es vital para que tus croquetas queden bien. Tienes que incorporar la leche poco a poco, tacita a tacita o -incluso-, cucharita a cucharita. Además, para que tu bechamel quede rica, rica tienes que ir integrando la leche en la masa. Para ello, remueve tu masa hasta que la leche se haga una con la harina. Cuando ya hayas añadido el litro de leche, tendrás que desmenuzar una pastilla de Avecrem Caldo de Pollo, con el que conseguirás un sabor intenso y muy agradable que combinará perfectamente con tus boletus.
Ahora ya sólo queda cocinar la bechamel. No dejes de remover tu masa hasta que se despegue de la cazuela, lo que nos indicará que está suficientemente cocinada y que, por lo tanto ya puedes poner en un plato o fuente, tapada con un pedazo de papel film. Deja que gane consistencia durante dos horas en el frigorífico, ya que es importante para que la masa se pueda trabajar fácilmente. Una vez haya pasado este tiempo, saca la bandeja de la nevera y ponte a hacer tus croquetas. Puedes hacerlas del tamaño y forma que quieras, aunque redonditas y de la medida de un bocado hará que sean el entrante perfecto.
Una vez les hayas dado forma, toca pasarlas por algo de huevo y pan rallado e incorporarlas en una sartén con el suficiente aceite que, además, tendrá que estar bastante caliente para conseguir una fritura perfecta, dorada y homogénea. Cuando veas que el pan rallado comienza a dorarse ya formar una deliciosa costra, es el momento de sacar tus croquetas y colocarlas sobre una fuente con un poco de papel de cocina absorbente. Con esto conseguirás eliminar el exceso de aceite para que queden en su punto justo.
Y sabes hacer croquetas de boletus con las que sorprender a tu familia en cualquier celebración. Te recomendamos, eso sí, que hagas la masa unas horas antes de la cena y des forma a tus croquetas en el momento justo, antes de sacarlas a la mesa. ¿Esto por qué?, para que no queden excesivamente blandas, ya que la masa es líquida y puede humedecer la cobertura empanada de tus croquetas, dando una textura no demasiado agradable.