Vainas con patatas
- 20-40 min
- Fácil
- 4 personas
Este plato, primo hermano del hervido de verduras, pero un poco más ‘gamberro’ (incluye taquitos de jamón serrano), bien te solucionará desde una cena exprés a un tupper de lujo. Hoy toca disfrutar de vainas con patatas.
Una comida ligerita pero sabrosa entre semana, un tupper muy recurrido para el trabajo, una cena exprés muy nutritiva, una excelente guarnición para filetes de carne o pescado… como ves, las opciones que te brinda esta receta de vainas con jamón serrano son inabarcables.
Estamos ante uno de esos platos “sin bautizar” pero universales que seguramente nuestras madres o abuelas hicieron en casa alguna vez y que nos encanta por varios motivos, ya sea por la jugosidad de las judías, la ternura de las patas, la combinación de ambas o el punto de sal y sabor que aportan los taquitos de jamón serrano. Un claro ejemplo de receta sencilla cuyo resultado está por encima de la suma de sus ingredientes.
Ingredientes para Vainas con patatas
Cómo hacer Vainas con patatas
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Desmenuza una pastilla de Avecrem Caldo de Pollo en una olla de agua hirviendo y cuece las patatas cortadas en trozos irregulares hasta que estén tiernas. Reserva.
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Quita las puntas de las vainas y córtarlas en trozos de 4 o 5 centímetros. Hiérvelas o cocínalas al vapor hasta que también queden tiernas. Reserva.
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Saltea ligeramente los taquitos de jamón reserrano durante un par de minutos e incorpora la patata y las vainas. Saltéalo todo con pimienta negra durante 3 o 4 minutos. Emplata en caliente.
Consejos para cocinar Vainas con patatas
Cómo hacer vainas (judías) con patatas es tan fácil como hervir patatas, judías verdes y saltearlas con unos taquitos de jamón. Eso sí, por el camino hay detalles que pueden enriquecer la receta hasta convertirla en plato de culto. Aquí te damos algunos truquitos de manual a tener en cuenta, especialmente en lo se refiere a las vainas:
Aunque solemos cortar exclusivamente las puntas de las vainas, también puedes quitar el filamento longitudinal que presentan algunas variedades, ya que contiene celulosa y una fibra, la lignina, que no es del todo digerible.
Una vez hervidas las vainas, enfríalas en agua con hielo para cortar la cocción y potenciar el color verde de la clorofila. Es una forma de disimular el color marrón-caqui de algunas vainas.
Otra opción muy interesante es, en lugar de cortar las vainas en trozos pequeños transversales, hacerlo longitudinalmente. De esta forma conseguiremos unas judías más finas.
Pero sobre todo, una de las alternativas más interesantes sería cocer al vapor las judías en lugar de hervirlas. Esta técnica, cada vez está más extendida, al trabajar con menos temperatura mantiene más “viva” la verdura, lo que implica que varios de sus nutrientes no se pierdan. Además, al no entrar en contacto directo con el agua, las verduras tampoco perderán sus vitaminas hidrosolubles. Esto, unido al sabor y la jugosidad (la verdura queda más ‘al dente’) que proporciona cocer al vapor, hace que sea una práctica muy saludable.
Además, si queremos cocer las vainas al vapor, no es estrictamente necesario disponer de una vaporera. Podemos hacerlo usando un colador metálico. Para ello llevaremos a ebullición un poco de agua en una olla. Cuando rompa a hervir, colocaremos el colador encima vigilando que el agua no llegue a tocarlo. A continuación, pondremos la verdura dentro del colador y taparemos la olla total o parcialmente y dejaremos que el vapor de agua haga el resto.