Sopa fría de manzana verde con menta y albahaca

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  • < de 10 min
  • Fácil
  • 4 personas

Llega el buen tiempo y nuestros platos y forma de cocinar cambian totalmente. Nos apetecen más las recetas refrescantes, ligeras, rápidas y donde las frutas y las verduras estén presentes. Por eso no podría ser de otra manera que las sopas en su versión más fría sean las protagonistas de nuestras cocinas en esta época.

Hay algunas de más clásicas como el gazpacho o el ajoblanco, pero hoy te queremos proponer un reto creativo que une todo el sabor de las frutas y las hortalizas: sopa fría de manzana verde con menta y albahaca. Además de los ingredientes que le dan nombre también se elabora con pimiento, cebolleta, aguacate, pepino y un toque de yogur. ¿Se puede pedir más?

Saciantes, sencillas, saludables... las sopas tienen tantas ventajas que es casi un pecado no hacerlas. Siguiendo con sus versiones más refrescantes no te puedes perder la receta de sopa fría de garbanzos

Ingredientes para Sopa fría de manzana verde con menta y albahaca

Cómo hacer Sopa fría de manzana verde con menta y albahaca

  • Pela y pica la cebolleta, el ajo, el pimiento verde, medio pepino, el aguacate y las manzanas.

  • Con la ayuda de la batidora eléctrica, tritura las verduras junto con el agua y las hojas de menta y de albahaca. Añade el aceite de oliva virgen extra, el Avecrem, el vinagre blanco y pimienta.

    Con la ayuda de la batidora eléctrica, tritura las verduras junto con el agua y las hojas de menta y de albahaca. Añade el aceite de oliva virgen extra, el Avecrem, el vinagre blanco y pimienta.

  • Cuela la sopa para que quede muy fina y déjala en la nevera para que se enfríe.

  • Sirve la sopa en los platos hondos y decora por encima con unas gotas de yogur natural y unos dados pequeños de pepino.

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Consejos para cocinar Sopa fría de manzana verde con menta y albahaca

El Truco: evita que se ennegrezca la manzana

Al pelar las manzanas es muy probable que se vuelva negra mientras esperas a uasarla en la receta debido a la oxidación. Para que esto no pase puedes probar uno de estos trucos. El primero es sumergirla una vez pelada en agua, lo que retardará la oxidación y también puedes añadirle ácido ascórbico en el agua. Otra opción es frotarla con limón, de este modo también evitarás que se oxide y así te quedará estupenda y lista para cocinar. 

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