Risotto a la milanesa
- 40-60 min
- Fácil
- 4 personas
El risotto es una de las comidas más extendidas de la gastronomía italiana, aunque es típico de la zona de Piamonte y Verona, ya que son las regiones que más arroz producen en Italia. Sin embargo, el risotto a la milanesa es una de las recetas más apreciadas para cocinar arroz.
Para el auténtico risotto a la milanesa se usa longaniza típica de la Lombardía y vino Marsala, un vino blanco que se puede encontrar en esta zona de Italia. El resultado de este risotto es, por lo general, un arroz seco que puede hornearse en la última etapa de su cocción para que el queso de Parma rallado se funda y adhiera a los granos de arroz de una manera deliciosa y ligeramente crujiente.
El punto fuerte de esta receta, sin duda, es su textura ya que recuerda al arroz con costra alicantino pero tiene un punto más sabroso gracia a la adición de la mantequilla y el queso parmesano. Este arroz con queso parmesano es perfecta para los amantes de la comida italiana, ya que en España no es la receta más conocida de Italia.
Dale una oportunidad a este
Este risotto, que parece sencillo pero termina siendo una preparación deliciosa, es típico de la zona de Milán y la Lombardía. En su preparación suele llevar longanizas típicas de esta zona de Italia, como es la Cervellata o, en su lugar, pancetta. Da igual con qué lo prepares, ya que si sigues nuestra receta tendrás una receta de risotto a la milanesa riquísimo y listo para comer. Eso sí, ¡recién hecho!
Ingredientes para Risotto a la milanesa
Cómo hacer Risotto a la milanesa
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Para que una receta italiana de risotto a la milanesa quede deliciosa tienes que, lo primero de todo, pochar la cebolleta en una cazuela más o menos honda con un chorrito de aceite. Intenta que no tome color. Para ello, hazlo a fuego medio y removiendo con una lengua o una cuchara de madera, con el objetivo de que se cocine y dé sabor al aceite sin que se queme.
Una vez la cebolleta haya perdido algo de color, agrega el arroz y risólalo. Deja que vaya adquiriendo un cierto color tostadito y, cuando esté dorado, agrega el vino y el azafrán. El vino tiene que reducir hasta que quede sólo un cuarto de vino que es cuando tendrás que mojar con el Caldo Casero de Pollo Gallina Blanca en tres tiempos.
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Como en todos los risottos tendrás que echar una primera tanda de caldo, tras lo que tendrás que remover, y así cada vez que añadas caldo. Esto, lo que hace es que el arroz libere su almidón y vaya espesando el guiso dando al risotto una textura más mantecosa y sabrosa.
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Cuando hayas echado todo el caldo en esos tre tiempos, sólo queda agregar la mantequilla. Te aconsejamos que, una vez hayas añadido la mantequilla, remuevas de nuevo el risotto a la milanesa con el objetivo de que la mantequilla se distribuya bien por toda la paellera. Así se fundirá bien y dará sabor a todo el guiso. Por último, añade el queso rallado en el risotto y deja que se manteque y espese, ¡por que el queso le da un toque perfecto a todos los platos!
Consejos para cocinar Risotto a la milanesa
Te damos un truco que te ayudará a conseguir que la cocción de tu risotto sea homogénea. Agrega el Caldo Casero de Pollo Gallina Blanca bien caliente, en lugar de recién sacado de la nevera. Con esto conseguiras no bajar la temperatura del arroz y mantendrás una cocción constante.