¿Tienes invitados y estás pensando en cocinar un pollo guisado? O, simplemente, te apetece hacerlo para ti y tu familia, pues vamos a ello. El pollo guisado es un plato muy completo y fácil de preparar, además de sabroso. Puede ser plato único o acompañarlo de un poco de arroz o de una ensalada y listo, ya tienes un menú para comer o para cenar. Es una de esas recetas fáciles y rápidas de preparar que también encontrarás en esta web.
Y, siguiendo con el ingrediente principal de este plato, hay muchas más recetas con pollo muy ricas de hacer, como por ejemplo una clásica que es el pollo al horno o una más atrevida como el pollo al curry, ¡delicioso!. Y es que el pollo es una ave muy versátil, se puede cocinar de muchas maneras y todas son muy buenas y apetecibles.
¿Comenzamos?
Ingredientes para Pollo guisado
Cómo hacer Pollo guisado
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¡Vamos a empezar con los cortes! Coge la panceta y córtala a daditos pequeños. Y haz lo mismo con la cebolla, el ajo y los pimientos. Todo en pequeños dados, que sean más o menos homogéneos para que todo se vaya cocinando igual.
Ahora vamos a la cazuela, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra y ya puedes añadir la panceta. Espera un poquito, y remuévela de vez en cuando, hasta que quede doradita. Cuando esté, la reservas para después.
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Le toca el turno al pollo. Añadimos a la cazuela los trozos del pollo que hemos comprado y lo dejamos un ratito hasta que coja ese color dorado que tanto nos gusta en la cocina… Apúntate este súper truco Gallina Blanca: el pollo tiene que estar bien doradito para que coja ese punto perfecto y ese sabor tan intenso.
Pasados unos minutos, dale la vuelta para que todas las partes cojan color y cuando veas que ya lo tienen, lo reservas en un plato.
¡Verás qué buena pinta tiene!
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Ahora que ya tienes el pollo dorado, también hay que dorar la cebolla, a fuego lento y durante unos 10 minutos, que vaya cogiendo el color poco a poco.
Cuando la veas ya doradita, añade el ajo y remuévelo todo para que se mezcle bien. Con un minutito bastará. Y ahora le toca el turno al vino. Lo añadimos a la cazuela y rehogamos hasta que se evapore el alcohol. ¡Perfecto! -
El siguiente paso es añadir la panceta que habías reservado, junto con los pimientos cortaditos a trozos pequeños, y el tomate frito casero, que ya verás qué color le dará al plato.
Remuévelo bien para que todo quede bien integrado y con ese color tan intenso que le da el tomate. ¡Ya verás qué rico! Deja que haga un buen chup-chup…
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Y ya añade los trozos de pollo que has dorado antes y desmenuza la pastilla de Avecrem que le dará aún más gusto y sabor. ¡Qué buena pinta y qué ganas de probarlo, eh!
Remueve bien y tapa la cazuela un ratito. Déjalo a fuego lento durante unos 20-25 minutos para que se acabe de cocinar bien.
¡Y listo! Pasado ese tiempo, ya puedes emplatar y servir tu pollo guisado. Mmmmm…
¡Ah! Añade un último toque de color y de sabor con el perejil fresco y… ¡buen provecho!
Consejos para cocinar Pollo guisado
Para que este pollo guisado te quede muy rico, apúntate este súper truco Gallina Blanca: no olvides dorar bien el pollo cuando lo tengas en la cazuela.
¿Por qué? Porque con ese color doradito tan característico, nos aseguramos de que el punto del pollo es el adecuado para lograr un sabor intenso y rico. Ya verás, ¡pruébalo!