Pollo al roquefort
- 20-40 min
- Fácil
- 4 personas
El pollo es una carne rica en proteínas y muy baja en grasa, pero tenemos que reconocer que en ocasiones puede ser un pelín sosita. Por eso es necesario ver cómo podemos darle ese sabor que en ocasiones le falta. Desde asado, frito o guisado, existen muchas formas de prepararlo y casi más ingredientes con los que dar sabor. Tal es el caso del queso azul que usamos en esta receta de pollo al roquefort.
Este queso es propio del sur de Francia, y recibe el nombre del pueblo en el que se produce. Durante su maduración se mete en bolas en las bodegas calizas del pueblo, donde tras cinco meses se han desarrollado hongos benignos del género Penicillum, la misma familia de hongos de la que deriva la penicilina. Sin embargo, a pesar de este curioso origen, su sabor y olor fuertes y penetrantes lo hacen desagradable para muchas personas.
Pero bien preparado y maridado puede dar lugar a preparaciones exquisitas como este pollo al roquefort fácil y delicioso.
Ya tienes los secretos de una buena salsa de roquefort, y ya sabes cómo hacer pollo al roquefort. Una receta fácil, rica y excelente para los más peques, ya que es sabrosa y sencilla, al añadir un queso tan sabroso como es el roquefort.
Ingredientes para Pollo al roquefort
Cómo hacer Pollo al roquefort
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Si quieres hacer una receta de pollo al roquefort que sobresalga en sabor, comienza haciendo un sofrito de cebolla en aceite. No tiene que tomar color, así que te recomendamos que comiences a fuego medio. Cuando hayan pasado un par de minutos, echa un pellizquito de sal sobre la cebolla para que pierda todos los sulfitos que pueden irritar tu aparato digestivo. Si necesitas aceite, no lo incluyas, usa agua en su lugar para evitar que quede un sofrito excesivamente aceitoso.
En la misma sartén, cocina las pechugas de pollo hasta que estén casi hechas, entonces sácalas y resérvalas para pasos futuros. -
Una vez que la cebolla haya perdido turgencia, vierte el vaso de vino blanco en la sartén para aromatizar tu sofrito, quedará riquísimo añadiendo, también, la ramita de romero. Deja que los tres ingredientes se cocinen juntos y que el alcohol reduzca hasta llegar a un cuarto, más o menos. Con esto sólo quedarán las notas de sabor ligeramente ácidas del vino blanco, en lugar del sabor fuerte y penetrante del alcohol.
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Cuando casi no quede alcohol añade la nata para espesar la salsa de tus pechugas de pollo al roquefort. Deja que la nata comience a burbujear, que esté calentita para añadir el queso roquefort y que este se funda e integre con la salsa. Cuando la salsa esté perfectamente integrada, desmenuza una pastilla de Avecrem Caldo de Pollo en la salsa. Remuévela bien, para que todos los sabores terminen de combinarse en una única salsa rica y deliciosa. Lleva de vuelta las pechugas a la cazuela y cocínalas durante cinco minutos. ¡Y listo!
Consejos para cocinar Pollo al roquefort
El pollo es una carne rica en proteínas y muy baja en grasa, pero tenemos que reconocer que en ocasiones puede ser un pelín sosita. Por eso es necesario ver cómo podemos darle ese sabor que en ocasiones le falta. Desde asado, frito o guisado, existen muchas formas de prepararlo y casi más ingredientes con los que dar sabor. Tal es el caso del queso azul que usamos en esta receta de pollo al roquefort.
Este queso es propio del sur de Francia, y recibe el nombre del pueblo en el que se produce. Durante su maduración se mete en bolas en las bodegas calizas del pueblo, donde tras cinco meses se han desarrollado hongos benignos del género Penicillum, la misma familia de hongos de la que deriva la penicilina. Sin embargo, a pesar de este curioso origen, su sabor y olor fuertes y penetrantes lo hacen desagradable para muchas personas.
Pero bien preparado y maridado puede dar lugar a preparaciones exquisitas como este pollo al roquefort fácil y delicioso.