Pollo al ajillo al horno
- 20-40 min
- Fácil
- 4 personas
Ingredientes para Pollo al ajillo al horno
Cómo hacer Pollo al ajillo al horno
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¡Ah! Y antes de proceder con la receta de pollo al ajillo al horno, una sugerencia: aquí emplearemos un pollo entero troceado, pero puedes pedir en la carnicería las partes que más te gusten y hacerlo con eso. Piensa en unos ‘muslos de pollo al ajillo al horno’, unas ‘pechugas de pollo al ajillo al horno’ o incluso en unas ‘alitas de pollo al ajillo al horno’. Tampoco suena mal, ¿verdad?
Hay dos cosas que nos encantan de esta receta: lo primero es la versatilidad de la carne de pollo en la cocina, por lo que difícilmente te saldrá mal y, lo segundo, es el preparado de ‘al ajillo’, uno de esos comodines que se usan en nuestra gastronomía para darle un plus de auténtico sabor casero a una gran variedad de alimentos tales como las gambas, las setas, el cordero, el conejo o el pescado blanco.
Pero, ¿qué es ‘el ajillo’ exactamente? Bien, lo que llamamos ‘al ajillo’ es en su origen un macerado compuesto por aceite de oliva, ajo, perejil y zumo de limón que usaban los árabes para mantener mejor el pescado (lo llamaban “majado de piñones”). Lo que sucedió después ya te lo imaginas: pasó de conservante a genialidad culinaria y además incluía vino blanco y caldo, bien de pollo o de pescado. Una salsa, en definitiva, que definiría durante muchos años la esencia de la cocina española.
Si bien existen múltiples formas de usar la salsa ‘al ajillo’, nosotros nos hemos decantado por la que sin duda era una de las recetas más recurrida por muchas madres cuando querían quedar bien y apenas tenían tiempo para liarse en la cocina: el pollo al ajillo al horno. De hecho, nos atrevemos a afirmar que, junto a la tortilla de patata, éste fue uno de los primeros tuppers que salieron de los hogares españoles, ¿te suena?
Lo primero que haremos será precalentar el horno a 170 ºC. Mientras tanto, salpimentamos el pollo ya troceado (recomendamos que pidas en la carnicería que te lo corten para hacerlo al ajillo) y lo colocamos en una bandeja de hornear. Reservamos.
Pica muy finamente el ajo y el perejil. Te recordamos que, para picar el perejil, debes separar los tallos de las hojas, formar una pelota con estas y, sobre la tabla y con un cuchillo bien afilado, picarlo lo más fino que puedas.
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Mezcla el ajo y el perejil picados en un recipiente junto con el vino, el Caldo Casero de Pollo, el zumo de limón y el aceite de oliva. Ya tenemos nuestro macerado ‘al ajillo’.
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Recubre bien todo el pollo con el macerado y mételo al horno. Una hora debería ser más que suficiente para que se cueza bien la carne. Es importante que vigiles cada cierto tiempo y gires los trozos de pollo para que se dore de forma uniforme.
Una vez terminado el tiempo de cocción o cuando veas que está bastante bien doradito, retira del horno y emplata caliente. Enseguida comprenderás por qué aún hoy esta receta de pollo al ajillo fácil sigue siendo un as en la manga para los grandes cocineros y cocineras de nuestro país.
Pero ojo, que esta receta no es ni mucho menos definitiva. Como te dijimos, el pollo admite mil y una variaciones y esta es solo el punto de partida. Puedes aderezar el macerado con tomillo, romero, hierbas provenzales, almendras trituradas, un chorrito de vino de jerez seco o cualquier otro condimento típico de tu región que te guste.