Queso dorado, crujiente, durito por fuera pero que guarda un interior jugoso y muy, muy sabroso. Esto se consigue gracias al gratinado. Esta técnica de cocina consiste en someter a la capa externa del alimento a altas temperaturas para dorar dicha capa, con la que poder mantener los aromas del plato en su interior, como las que usamos para hacer este pastel de patata y jamón.
Por lo tanto, si sigues esta receta conseguirás un plato con múltiples notas de sabor, muy sabroso y delicioso gracias a la combinación de especias y nata. El gratinado no es típico de la cocina española, ya que ha conocido su máxima expresión en las cocinas alemana, francesa e italiana. De hecho, el nombre, proviene de la palabra “gratter”, que en francés significa “rascar”, ya que designa a la típica costra marrón que permanece en las cazuelas una vez haces un sofrito o guiso. Y, con el jamón esta técnica con queso queda riquísmo así que prueba a hacer este pastel de jamón y queso.
Pero, en este caso, la costra no es algo a evitar, sino algo que queremos y mucho para nuestro guiso.
Como ves, hacer unas patatas gratinadas con jamón y queso es lo más fácil que puedes hacer en los fogones. Es un plato perfecto para un almuerzo rápido, para compartir con tus amigos y pasar un rato fantástico con buena comida.
Ingredientes para Pastel de patata y jamón
Cómo hacer Pastel de patata y jamón
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Para comenzar con esta deliciosa receta de patatas gratinadas con jamón y queso tenemos que comenzar pelando las patatas y cortándolas a rodajas muy, muy finas. Lo más finas que puedas. Si quieres, puedes ayudarte de una mandolina, que te permitirá hacer el corte muy fino.
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Mezcla en un bol grande mezcla la nata, el orégano, la pimienta negra y el queso rallado. Bate con unas barillas para conseguir una mezcla homogénea sin deshacer los ingredientes. Cuando tengas todas las especias bien distribuidas, desmenuza una pastilla de Avecrem Caldo de Pollo sobre esta mezcla, y vuelve a batir. Reserva esta mezcla que será nuestra guinda del pastel. Ve precalentando el horno a 200º.
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Toca ponerse manos a la obra para construir nuestras patatas gratinadas con jamón y queso. Lo primero, para evitar que las patatas se peguen con el fondo de la bandeja, cúbrela con un papel sulfurizado. Sobre esta plancha de papel comienza a hacer capas. La primera de patata, la siguiente de jamón, continúa con otra de patata, sigue con otra de jamón. Patata, jamón, patata, jamón, patata, jamón. Y termina con la mezcla de la nata, el queso, las especias y el Avecrem Caldo de Pollo. Para que quede crujiente, rico y muy sabroso, ralla queso sobre esta última capa. Lo mejor, que sea queso parmesano o grana padano, que combinará genial con el sabor del jamón.
Y, para acabar, hornea a 200º tus patatas gratinadas con jamón y queso. ¿El tiempo? Dependerá del horno y del grosor del gratín. Para comprobar que este particular pastel está listo para que le puedas hincar el diente, clava un cuchillo. Si sale limpio, ya puedes sacarlo del horno. Déjalo enfriar y ya puedes servirlo.
Consejos para cocinar Pastel de patata y jamón
Queso dorado, crujiente, durito por fuera pero que guarda un interior jugoso y muy, muy sabroso. Esto se consigue gracias al gratinado. Esta técnica de cocina consiste en someter a la capa externa del alimento a altas temperaturas para dorar dicha capa, con la que poder mantener los aromas del plato en su interior, como las que usamos para hacer este pastel de patata y jamón.
Por lo tanto, si sigues esta receta conseguirás un plato con múltiples notas de sabor, muy sabroso y delicioso gracias a la combinación de especias y nata. El gratinado no es típico de la cocina española, ya que ha conocido su máxima expresión en las cocinas alemana, francesa e italiana. De hecho, el nombre, proviene de la palabra “gratter”, que en francés significa “rascar”, ya que designa a la típica costra marrón que permanece en las cazuelas una vez haces un sofrito o guiso. Y, con el jamón esta técnica con queso queda riquísmo así que prueba a hacer este pastel de jamón y queso.
Pero, en este caso, la costra no es algo a evitar, sino algo que queremos y mucho para nuestro guiso.