Medallones de solomillo con salsa de Oporto
- 20-40 min
- Fácil
- 4 personas
El solomillo está considerado como una de las piezas más selectas de la carne, que se puede encontrar tanto en el cerdo como en la ternera. Este corte se corresponde concretamente con la pieza de carne que está bajo el lomo y sobre los riñones, de ahí su nombre: so-lomillo. Así que, si quieres sacarle partido a esta carne rica y jugosa, te recomendamos esta receta de medallones de solomillo en salsa de oporto y tomillo.
El tomillo y la salvia son dos especias exquisitas que quedan de lujo con los guisos con un alto componente graso. Porque sí, esta receta no se libra de la temida grasa, pero el resultado lo merece. Es todo sabor, ligeramente balsámico gracias a la acción del tomillo y la salvia. Esta planta de hoja verde y perenne es muy utilizada en guisos que contienen mantequilla, mientras que el tomillo y su sabor seco e intenso se conservan muy bien en los guisos de cocción lenta.
Además, al aromatizar la salsa con el vino de oporto y el cognac, lo que conseguimos es la base perfecta para desglasar los jugos de la carne y conseguir incorporarlos a la salsa, para que así se consigue una combinación de aromas digna de un restaurante de alto copete.
¡Saca al chef que llevas dentro y atrévete con esta receta de medallones de solomillo con nata!
Y listo, ahora ya sabes cómo se hacen unos medallones de solomillo al Oporto con un toque especial, fresco y balsámico riquísimo. Esta receta es perfecta para cenas algo más formales, con la que dar el toque a cualquier reunión. ¡Quedarás como una auténtico chef!
Ingredientes para Medallones de solomillo con salsa de Oporto
Cómo hacer Medallones de solomillo con salsa de Oporto
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¿Quieres saber cómo hacer uno riquísimos medallones de solomillo? Pues prepárate, porque estamos a punto de empezar con una de las carnes más sabrosas que puedes adquirir en una carnicería. Para esta receta de medallones de solomillo vamos a comenzar cocinando la carne y la salsa a la vez.
Para ello, cocina los solomillos en los 50 gramos de mantequilla. Para que se hagan correctamente, primero derrite la mantequilla en una sartén con una gotita de aceite. De esta forma se irá derritiendo sin quemarse y, una vez transformada en un líquido dorado y burbujeante, añade los medallones de solomillo y comienza a cocinarlos en la mantequilla. Vamos a hacer al mismo tiempo, así que añade el tomillo y la salvia y deja que den su sabor balsámico e intenso a esta deliciosa receta. Deja que se cocinen junto a los solomillos durante 15 minutos, y no dejes que en ningún momento el solomillo esté libre de mantequilla, embadúrnalos bien con ella.
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Cuando haya pasado ese cuarto de hora, saca de la cazuela los solomillos y deja que reposen fuera del fuego. Pero, ojo, no tires la salsa que hemos conseguido con la mantequilla, la salvia y el tomillo. Esta deliciosa salsa para los medallones de solomillo no está terminada. Para darle, casi, el toque final tendrás que incorporar los alcoholes en la cazuela. Con esto conseguirás desglasar los jugos y recuperarlos para hacer una deliciosa salsa para tus solomillos de cerdo al Oporto. Deja que los alcoholes, una vez hayan recuperado las grasas soltadas por la carne durante la cocción de la misma, se reduzcan a más o menos la mitad. Ahora, añade la nata. Para que no se queme, sino que reduzca poco a poco, baja el fuego. Cuanto más lento se haga este paso, mejor, ya que es muy importante para que todos los aromas se concentren.
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Para darle un toque de sabor extra a esta deliciosa salsa de tomillo y salvia para los medallones de solomillo, desmenuza una pastilla de Avecrem Caldo de Pollo en la misma. Deja que la nata vaya reduciendo y, una vez espesada, retira la salsa del fuego. Cuélala para quitar cualquier grumito y salsea con la salsa los solomillos que han reposado.
Consejos para cocinar Medallones de solomillo con salsa de oporto
Mientras los medallones reposan, para que no se enfríen, cúbrelos con un poco de papel albal, con esto mantendrán el calor y además reposarán los jugos y notas de aroma y sabor que se han liberado durante su preparación con mantequilla.