Croquetas de membrillo y queso
- < de 10 min
- Fácil
- 4 personas
Información nutricional
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Energía
691kcal
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Hidratos
66.35g
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Proteínas
27.86g
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Grasas
34.39g
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Fibra
4.20g
Sólo pensar en croquetas se nos hace la boca agua. De pollo, jamón, atún, setas... todas están riquísimas, y por eso hoy queremos mostraros unas croquetas diferentes y creativas ya que no usaremos bechamel para prepararlas.
La esencia de estas croquetas es la mezcla del dulce membrillo con la textura del queso brie fundido y el crujiente rebozado. Todo esto acompañado con una salsa de yogur que hará del conjunto un aperitivo excepcional. Ideal para sorprender a tus invitados en una cena en casa, ¿no te parece?
Podemos pensar que el membrillo es una fruta con alto contenido calórico, aunque en realidad, es todo lo contrario. La pulpa del membrillo natural casi no lleva azúcares, pero es necesario convertirlo en dulce de membrillo para poder consumirlo. Es durante este proceso en el que aumenta su valor calórico. Si os han gustado no dejéis de probar los crepes de chocolate. ¡Os encantarán!
Ingredientes para Croquetas de membrillo y queso
Cómo hacer Croquetas de membrillo y queso
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Cortar el membrillo y el queso en rectángulos de 5 x 1,5 cm. aproximadamente. Y pon uno encima del otro para que queden los dos del mismo tamaño.
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Pasarlos por huevo batido y pan rallado con una 1 de pastilla de Avecrem Caldo de Pollo. Ensartar un trozo de queso y un trozo de membrillo con un palillo.
Fríelas justo al momento de servir con aceite bastante caliente para que no se abra el rebozado. Escúrrelas antes de servirlas sobre un papel absorbente. -
Acompañar las croquetas con una salsa de yogurt preparada con: yogurt natural, unas gotas de limón, una cucharada de miel y unas hojas de menta picadas.
Consejos para cocinar Croquetas de membrillo y queso
El Truco: tus croquetas, bien crujientes
Si quieres unas croquetas con un rebozado muy sabroso y crujiente, prueba de hacer un doble empanado. Para hacerlo, solo tendrás que pasar las croquetas por el pan rallado, después por el huevo, para finalmente hacer una nueva capa de pan rallado. ¡Ya verás que ricas!