Costillas de cerdo guisadas

Cómo hacer Costillas de cerdo guisadas

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  Como podrás imaginar, las recetas tradicionales de cuchara suelen ser platos nutricionalmente muy completos elaborados con ingredientes de nuestra tierra. Esto hace que sean bastante económicos. ¡Lo cual es perfecto! Si a esto le sumas que un buen guiso reconforta muchísimo, sobre todo durante los meses de frío, entonces ya no te quedan excusas para arrancarte a hacerlo.
  
  Antes de comenzar, te sugerimos no escatimar en ingredientes. No porque sean baratos, sino porque siempre podrás reservarte una ración para los días posteriores, ya que, en los días siguientes incluso mejora: la salsa termina de ligar naturalmente con la carne y se vuelve más jugosa.
  
  Lo primero que vamos a hacer es salpimentar costillas de cerdo y sofreírlas a fuego lento en una sartén amplia con abundante aceite de oliva. Cuidado con las salpicaduras de aceite hirviendo. Usa delantal y permanece a una distancia prudencial de la sartén. Es importante vigilar muy bien la temperatura de la sartén. Evita introducir las costillas de cerdo cuando no está suficientemente caliente el aceite o, en lugar de freírlas, conseguirás cocerlas, soltarán agua y la carne quedará dura. Las costillas deberían comenzar a dorarse desde el primer momento que las introduzcas en la sartén. De este modo quedarán bien crujientes por fuera y jugosas por dentro… ¡irresistibles!

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  Una vez fritas, reserva las costillas y pica en dados pequeñitos de aproximadamente medio centímetro la cebolla, el pimiento, el ajo y el tomate. Sofríe toda la verdura en aceite de oliva junto al laurel durante diez minutos e incorpora la costilla de cerdo reservada. Añade el vino blanco y termina de cocer a fuego medio durante 3 o 4 minutos.
  
  A continuación, ponte con las patatas. Pélalas y cháscalas en trozos irregulares (hinca el cuchillo sobre las patatas y, en lugar de terminar el corte, arranca el trozo). Así, el almidón de la patata se liberará progresivamente y ayudará a espesar el guiso de forma natural.

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  ¡El último paso! Añade la patata a la sartén junto con el Caldo Casero de Carne 100% Natural. Bájale el fuego y déjalo todo cocerse de 20 a 25 minutos o hasta que las patatas queden tiernas y la salsa haya tomado consistencia. Si por lo que sea la salsa no se espesa lo que te gustaría, puedes añadir media cucharada sopera de maizena. Esto apenas alterará el sabor del plato y ganarás una textura muy interesante. Ahora emplata, siéntate a la mesa y si no consigues comértelo todo no te preocupes. Recuerda que mañana el guiso estará incluso mejor.
  
  ¡A disfrutar! Descubre todas las recetas que puedes preparar con carne de cerdo. Entre ellas encontrarás estas buenísimas lentejas con costillas de cerdo o este arroz con carne de cerdo. ¡Te enamorará!