Cebollas guisadas
- 20-40 min
- Fácil
- 4 personas
¿Buscas un acompañamiento para un plato de carne o pescado? ¡Tenemos la solución! Estas cebollas guisadas son un complemento excepcional para cualquier plato y prepararlas es más fácil de lo que parece.
Ingredientes para Cebollas guisadas
Cómo hacer Cebollas guisadas
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Esta receta de cebollas guisadas es muy simple, así que vamos a ponernos manos a la obra. Si vas a servirlas como acompañamiento, empieza a cocinarlas mientras preparas la carne o el pescado y tendrás un acompañamiento de lujo.
Si no, lo primero que haremos será preparar las cebollas, nuestro ingrediente protagonista. Para ello elegiremos las de tamaño pequeño, por ejemplo las francesas. De bulbo pequeño y forma ovalada color marrón cobrizo, tiene un sabor suave y se pueden almacenar durante meses. Y son ideal -como en nuestro caso- para consumir entera como guarnición.
Lo único que tenemos que hacer es cortar ambos extremos y retirarles la piel con las manos. No tenemos que cortarlas a trozos así que no tenemos que preocuparnos por si nos harán llorar o no. -
En una sartén, añade el aceite de oliva y cuando esté caliente agrega las cebollas enteras. Dejalas pochar a fuego lento y cuando estén doraditas, añade el tomate frito y deja cocer a fuego lento durante 10 minutos aproximadamente. Remueve con una espátula de madera de vez en cuando. ¡Seguimos!
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Ahora vierte un vaso de vino, añade la salvia fresca, tapa la paella y deja cocinar durante unos 15 minutos. ¡Y ya estaría!
Finalmente, sazona con sal y pimienta, retira del fuego y coloca tu rica receta en los platos. Y ¡ya puedes servir! ¡Buen provecho!
¿Tienen buena pinta verdad? ¡Pues espera a probar su sabor! Su textura tierna y el sofrito de tomate lo convierte en un plato original pero a la vez, con un toque tradicional. ¡Anímate a preparar esta receta y seguro que quedas genial delante de todos tus invitados! ¡Que la disfrutes!
Consejos para cocinar Cebollas guisadas
¿Te han gustado? ¡Estamos seguros que sí! Esta receta casa de maravilla con cualquier tipo de carne o pescado, por ejemplo condimentando una dorada al horno. Pero las cebollas guisadas también pueden servirse solas y convertirse en un entrante excepcional. ¡Tú eliges!