Carrilleras de cerdo al vino tinto
- 40-60 min
- Fácil
- 4 personas
Una de las carnes más jugosas del cerdo, y de otros mamíferos, es la carrillera o lo que es lo mismo, la mejilla. Sobre todo se consume la carrillera de ternera y de cerdo, pero también se puede encontrar carrillera de buey. Este corte de la carne es conocido por su alto contenido en colágeno lo que, si se cocina bien, da como resultado un guiso espeso, sabroso y lleno de aromas. Y, estás de suerte, ya que esta receta de carrilleras de cerdo al vino tinto es una de las maneras más deliciosas en la que puedes hacer esta carne.
Lo bueno de esta receta es que admite todo tipo de carnes cartilaginosas, desde el codillo, pasando por la carrillera de ternera o de buey. También puedes usar el rabo del cerdo que, no sólo le da la gracia a este animal noble y comilón, sino que también es una de las carnes sabrosas del mismo.
Este tipo de carnes piden cocciones muy lentas para ablandar el colágeno que compone la carne, sus nervaduras y otras partes. Esta proteína provoca que la carne sea algo más correosa. Sin embargo durante el proceso de cocción el colágeno se degrada y pasa a formar parte del guiso, lo que hace que este espese. Ocurre como cuando se cocina un risotto y el arroz comienza a liberar el almidón que lo compone. Tanto el almidón -en el caso de tubérculos y otros vegetales o cereales-, como el colágeno -si hablamos de carnes-, contribuyen a espesar los guisos, ¡y a hacerlos deliciosos!
Además, en este guiso de carrilleras de cerdo al vino tinto conseguirás mucho sabor gracias a la salsa que se hace con las verduras. Para ello, te damos un truquito con el que tendrás una salsa para tus carrilleras de cerdo al vino tinto que dará a tu plato el toque que le falta para hacerse un hueco en la carta de cualquier restaurante de alto copete. Retira las carrilleras de la cazuela y cuela las verduras con un chino. Por si queda algún grumito, pasa la salsa resultante por una batidora eléctrica y a la hora de emplatar, pon un poco de esta salsa sobre las carrilleras de cerdo al vino tinto. ¡Te aseguramos que con esto se chuparán los dedos!
Con estos sencillos pasos ya sabes cómo hacer carrilleras al vino tinto. Una receta para la que necesitarás algo de tiempo, pero con la que te prometemos unos resultados, ¡de diez!
Ingredientes para Carrilleras de cerdo al vino tinto
Cómo hacer Carrilleras de cerdo al vino tinto
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Para hacer unas carrilleras de cerdo ibérico al vino tinto, lo primero, es marcar la carne en una cazuela. Calienta bien una cazuela y cuando haya alcanzado suficiente temperatura, incorpora la carne para cocinarla por ambos lados, que vaya tomando un tono dorado. Una vez le hayas dado la vuelta y hayas cocinado la cara B de la carne, retíralas de la cazuela y comienza con el sofrito.
Agrega la cebolla picada en juliana, más o menos fina, ya que con esto conseguirás que se cocine toda de manera más o menos homogénea. Además, te recomendamos que cocines la cebolla para tus carilleras de cerdo a fuego medio, ya que si no corres el riesgo de que se queme. También, remuévela con una lengua o cuchara de madera, ya que así conseguirás que se cocine y de sabor a tu guiso sin que se pase su punto de cocción.
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Una vez la cebolla haya perdido parte de su color y tenga una textura algo más blandita, incorpora la zanahoria y el tomate. La zahanoria puedes cortarla en juliana o bien a la mirepoix, lo que es lo mismo en dados de -más o menos-, un centímetro. Para hacer un buen corte a la mirepoix te damos un consejo, primero corta la zanahoria en bastones y luego estos en taquitos. ¡Y listo! El tomate, por su parte, pélalo y despepítalo, y córtalo en daditos. Agrégalos a la cazuela junto con las hierbas aromáticas a tu elección, aunque es preferible que sean hierbas que concuerden en notas con el vino tinto. Van perfectas el tomillo y el romero, pero puedes añadir mejorana, salvia, o laurel. Estas hierbas, secas y de flor resinosa, combinan a la perfección con el sabor más complejo de los vinos tintos sin añadir un dulzor excesivo.
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Deja que el sofrito se vaya cocinando durante unos 40 minutos, que todos los aromas de las verduras y las hierbas aromáticas se vaya combinando para que tus carrilleras de cerdo al vino tinto estén rebosantes de notas de sabor diferentes, lo que dará como resultado un guiso de cerdo al vino tinto complejo que, además, podrás repetir con cualquier tipo de carne. Cuando hayan pasado estos minutos, toca devolver las carrilleras a la cazuela y mojar todo con el vino tinto. Tienes que darle un tiempo a este guiso, deja que el chup chup del vino reduzca el líquido a la mitad y, entonces, cubre todo con agua.
De nuevo, es hora que el chup chup de los líquidos contribuya a que los aromas se combinen gracias a la acción de la condensación de los ingredientes. Te recomendamos que tapes el guiso, ya que así todas las notas se quedarán en el guiso en lugar de evaporarse y perderse. Deja, a fuego medio, durante hora los ingredientes en la cazuela y a media cocción desmenuza una pastilla de Avecrem Carne en tus carrilleras de cerdo al vino tinto. Deja otros 30 minutos que la carne se cocine, ¡y listo!
Consejos para cocinar Carrilleras de cerdo al vino tinto
Una de las carnes más jugosas del cerdo, y de otros mamíferos, es la carrillera o lo que es lo mismo, la mejilla. Sobre todo se consume la carrillera de ternera y de cerdo, pero también se puede encontrar carrillera de buey. Este corte de la carne es conocido por su alto contenido en colágeno lo que, si se cocina bien, da como resultado un guiso espeso, sabroso y lleno de aromas. Y, estás de suerte, ya que esta receta de carrilleras de cerdo al vino tinto es una de las maneras más deliciosas en la que puedes hacer esta carne.
Lo bueno de esta receta es que admite todo tipo de carnes cartilaginosas, desde el codillo, pasando por la carrillera de ternera o de buey. También puedes usar el rabo del cerdo que, no sólo le da la gracia a este animal noble y comilón, sino que también es una de las carnes sabrosas del mismo.
Este tipo de carnes piden cocciones muy lentas para ablandar el colágeno que compone la carne, sus nervaduras y otras partes. Esta proteína provoca que la carne sea algo más correosa. Sin embargo durante el proceso de cocción el colágeno se degrada y pasa a formar parte del guiso, lo que hace que este espese. Ocurre como cuando se cocina un risotto y el arroz comienza a liberar el almidón que lo compone. Tanto el almidón -en el caso de tubérculos y otros vegetales o cereales-, como el colágeno -si hablamos de carnes-, contribuyen a espesar los guisos, ¡y a hacerlos deliciosos!
Además, en este guiso de carrilleras de cerdo al vino tinto conseguirás mucho sabor gracias a la salsa que se hace con las verduras. Para ello, te damos un truquito con el que tendrás una salsa para tus carrilleras de cerdo al vino tinto que dará a tu plato el toque que le falta para hacerse un hueco en la carta de cualquier restaurante de alto copete. Retira las carrilleras de la cazuela y cuela las verduras con un chino. Por si queda algún grumito, pasa la salsa resultante por una batidora eléctrica y a la hora de emplatar, pon un poco de esta salsa sobre las carrilleras de cerdo al vino tinto. ¡Te aseguramos que con esto se chuparán los dedos!