calamares al ajillo
- 20-40 min
- Fácil
- 4 personas
Esta receta de calamares al ajillo sienta de maravilla. ¡Y no puede ser más fácil!
Ingredientes para calamares al ajillo
Cómo hacer calamares al ajillo
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Para el post de hoy nos vamos a centrar en un pescado que está delicioso, los calamares. Como sabrás, se pueden preparar de mil y una maneras, pero para esta receta en concreto queremos enseñarte a hacer calamares al ajillo. Seguro que lo primero que te viene a la mente cuando piensas en calamares son los hechos a la romana, hoy queremos explicarte cómo hacer calamares al ajillo, pero también nos parece curioso explicarte la historia de las preparaciones a la romana. Esta receta se trata de uno de los entrantes más comunes de la cocina mediterránea. Están muy ricos y debido a la facilidad de hacerlos se sirven como tapas en muchos restaurantes. Seguro que simplemente pensando en su delicioso crujido se te hace la boca agua, además siempre van acompañados de su distintiva rodaja de limón. ¡Riquísimos! También es habitual encontrarlos con el acompañamiento de algunas salas como el alioli o salsa tártara, entre muchas otras. Al igual que las patatas bravas son un indispensable de cualquier vermut que se precie.
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Empecemos. Hazte con una sartén y rocíala bien el aceite de oliva. ¡Vamos a ver cómo hacer calamares! Mientras se calienta el aceite ve cortando las hojas bien finas, te sugerimos que lo hagas en láminas y que procures que queden todo lo delgadas que te sea posible. A continuación, para cocinar calamares, añade los calamares bien limpios y troceados. Deja que se fríen durante algunos minutos y continuación ve añadiendo el vino blanco y la sal. Deja unos minutos para que el vino se haga también y por último pasa a echarle perejil picado. Solo nos queda servirlo y ya tendremos nuestro sencillo plato de calamares al ajillo listo. Síguenos para más recetas de calamares al ajillo.
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Para terminar, queremos contarte una curiosidad: de dónde viene el nombre de la romana para hablar de los platos con este característico rebozado. Se cree que les llama a la “romana” debido a la usanza que tenían los misioneros jesuitas romanos. En tiempos de cuaresma para pasar el ayuno comían verduras o algún pescado y ahora para hacer que fuera más agradable lo hacían rebozado y en fritura. De este modo conseguían que fuera más contundente y podían pasar así mejor los días de ayuno. Si miramos más concretamente buscando una explicación del nombre de este frito encontramos una historia que data del siglo XVI. Se dice que un misionero jesuita portugués se fue a predicar a Japón, concretamente a Nagasaki. Este no consiguió muchos éxitos en su tarea evangelizadora, pero fue observado atentamente por los chefs nipones. Estos se dieron cuenta de la costumbre del predicador de rebozar el pescado en “tempora ad quadragesimae”. Es decir que lo hacía siempre en tiempos de cuaresma. Es por eso que ellos empezaron a hacerlo también y crearon así la tempura, palabra cuyo origen viene de la palabra “tempora” en latín y es muy parecida al modo que tenemos hoy de rebozar los calamares a la romana, por ejemplo. Ahora que ya conoces el origen de esta sabrosa preparación y lo mejor, ¡ya sabes cómo hacer una sencilla receta de calamares al ajillo!