Alubias guisadas

Cómo hacer Alubias guisadas

• 

  Dejamos las alubias en remojo dentro de un recipiente con abundante agua durante al menos 12 horas. Finalmente las escurrimos con un colador.
  
  Empezamos pelando y cortando la cebolla y el ajo. Cortamos la cebolla por la mitad y le quitamos los extremos haciendo cortes verticales sin cortar completamente esta hortaliza. Una vez hecho esto, la cortamos lateralmente como si fuese una red para conseguir trozos pequeñitos, perfectos para hacer un sofrito.
  
  Si eres de los que lloran cada vez que tocan una cebolla, te recomendamos que la dejes unos diez minutos dentro de un bol lleno de agua, así eliminarás gran parte del líquido irritante que se encuentra entre las capas de la cebolla. ¡Ya verás cómo funciona!
  
  
  Ahora, seguimos con los dientes de ajo. Los pelamos y los picamos en trocitos muy pequeños como hemos hecho con las cebollas.
  
  Después de cortar las cebollas y los ajos te recomendamos lavar bien el cuchillo bajo el chorro de agua, simplemente deja correr el agua alrededor del cuchillo durante unos 20 segundos.

• Ponemos una cazuela con aceite en el fuego, y esperamos que se caliente un par de minutos. Para saber que el aceite está caliente, simplemente acerca la mano a la cazuela sin tocar el aceite y cuando notes que desprende calor, entonces añade la cebolla y el diente de ajo. ¡No esperes mucho que sino se quemará! Luego dejamos pochar a fuego bajo y mezclamos bien con una espátula.
  
  Cuando los tubérculos estén doraditos, agregamos las alubias y las salteamos un poco. A continuación, añadimos el Tomate Frito. Removemos bien todos los ingredientes con una espátula de madera y dejamos cocinar a fuego lento durante 10 minutos .

• Ahora desmenuzamos la pastilla de Avecrem dentro de la cazuela, agregamos un vaso de agua, la pimienta y dejamos cocinar durante 30 minutos más. ¡Y listo! Fácil, ¿verdad? ¡Buen provecho!
  
  Las alubias guisadas son un plato muy completo, por eso te recomendamos que lo acompañes de un entrante ligerito, como por ejemplo una ensalada de escarola y queso de cabra.