Cómo cocer los caracoles de tierra
Lo primero que tienes que hacer para poder cocinar unos riquísimos caracoles. Para ello, comienza purgándolos alimentándolos solo con harina y hojas de romero y tomillo. Esto harán que estén gordos y, además, aromatizados. Tras esto, sumergelos en agua con vinagre y sal gorda y déjalos reposar unos minutos, removiendo para que suelten todas las impurezas.
De ahí, con un cepillito, pasa a seleccionar caracol a caracol, tirando los que estén muertos o tengan la cáscara rota. Limpia cada uno de los caracoles con los que te vayas a quedar para tu guiso con el cepillo y dejarlos listos para poder cocinarlos.
Una vez estén brillantes, brillantes, pon los caracoles en una olla con bastante agua, y que los cubra como con dos o tres centímetros de agua. Incorpora una hoja de laurel, media cucharada de tomillo, otra media de romero, un toque de pimienta negra (si es en grano mejor) y ve calentando el agua poco a poco, a fuego lento. Los caracoles, cuando sientan que el agua comienza a estar más calentita irán saliendo de sus conchas. Momento en el que tienes que subir la fuerza del fuego al máximo. En este momento añade un pellizco de sal y deja que los caracoles se cocinen durante 20 minutos.